Los Barrios porteños - Recorriendo la capital - Direcciones útiles

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Buenos Aires fue fundada en 1536 por el Adelantado español don Pedro de Mendoza y, por segunda vez, el 11 de junio de 1580 por don Juan de Garay. Es una de las ciudades más pobladas de habla hispana; al incluirla en el Aglomerado Gran Buenos Aires, conviven alrededor de 11.000.000 de habitantes. Ubicada sobre la margen derecha del río de la Plata, ocupa una superficie de más de 200 km2.

La ciudad es un notable centro cultural y está en permanente contacto con los adelantos de la técnica y el pensamiento moderno, a la vez que con el acervo de lo tradicional. Una idea del alto nivel intelectual que desarrolla, la dan sus universidades nacionales y privadas, los museos, salas de exposiciones, de conferencias, galerías de arte, bibliotecas, librerías y editoriales.

La caracteriza el gran desenvolvimiento comercial y financiero, el movimiento bursátil y bancario; el monto diario de las operaciones y el afiebrado trajinar en las horas de intercambio y de comercialización de la zona céntrica o de los sectores comerciales de los barrios. Antesala de esta marcada actividad es la amplia zona portuaria, poblada de diques, depósitos y grúas.

Mundialmente famosa es su actividad musical, que abarca desde el género operístico, sinfónico y de cámara, hasta el folclor, el tango y la música rock Sus innumerables escenarios deportivos se ven colmados por aficionados al fútbol, box, automovilismo, básquetbol, rugby, polo, pato, golf, turf, tenis, etc. La vida nocturna es intensa, especialmente en las arterias principales de la parte céntrica, donde funcionan las salas de espectáculos más importantes, confiterías, night clubs, discotecas, teatros y cines.

Su arquitectura proteiforme revela su transformación y asimilación universalista. Monumentales estructuras alternan con pintorescos barrios residenciales, verdaderos alardes de competencia arquitectónica y de buen gusto. En Buenos Aires casi todos los estilos encontraron representatividad y se sumaron a las tejas y ventanales, a los frescos patios y a las gruesas paredes coloniales. De la Gran Aldea surgió, con fisonomía propia, el modo italianizante, el art noveau, el neoclasicismo, el barroquismo y el estilo internacional. Luego aparecieron los edificios de hormigón y vidrio, de moderna funcionalidad.

Hoy, la mansión señorial, la casona de grandes patios, ceden paso a la vertícalidad utilitaria. De las estructuras avanzadas cabe mencionar, como un exponente de ellas, el sector del barrio de Retiro conocido como Catalinas Norte, que agrupa una serie de modernos edificios de espectacular diseño, muchos de ellos denominados inteligentes, dado que su funcionamiento y operatividad están regidos desde un centro de cómputos, y también las recientes construcciones erigidas en Puerto Madero.

Es cabecera de la vida económica del país, centro de las principales transacciones financieras, crediticias y cambiarias. Por su condición de puerto principal de la Nación, aglutina las mayores cifras del movimiento de importación y exportación de materias primas, cereales y productos manufactureros. En su radio céntrico, hay un gran número de firmas relacionadas con trámites aduaneros, operaciones bursátiles, seguros, y casas que operan con papeles y monedas extranjeras.

También se advierte en esta zona un gran desarrollo del comercio, que se destaca por la calidad de sus artículos, el buen gusto de sus escaparates y decorados, capaz de competir con las ciudades más avanzadas del mundo. Los principales rubros de las industrias de la ciudad son los de la alimentación, textil, calzado, productos químicos, metalurgia, maquinarias eléctricas, equipos de transporte, tabaco y gráficos.

Las calles céntricas de la ciudad deslumbran al visitante con la suntuosidad de comercios de los más diversos ramos, con los relámpagos promocionales de los avisos de neón, con la artesanía, diseño y color de las vidrieras, sus galerías comerciales, shoppings y el confort de los hoteles. Podría destacarse, en primer término, a la calle Florida, paseo peatonal por excelencia que responde a las exigencias del público comprador o del coleccionista mejor informado en materia de arte y artesanía; la avenida Corrientes que, desde su nacimiento hasta más allá de la Av. Callao, ofrece un espectáculo escénico y cinematográfico singular y la extraña complementación del bullicio con la meditación en sus librerías; Lavalle, peatonal desde Carlos Pellegrini hasta Florida, poblada de comercios y cines; avenida de Mayo, arbolada, con mesitas en las anchas aceras y matices ibéricos; las avenidas Alvear y Santa Fe, que asumen el aspecto de vías de lujo: son avanzadas de haute couture, de la cosmética y el diseño chic. La avenida 9 de Julio, el ancho y ágil canal urbanístico que atraviesa a Buenos Aires, de Sur a Norte, ostenta el tradicional obelisco en su cruce con la avenida Corrientes y forma uno de los puntos de mayor imponencia edilicia de la ciudad, así como de circulación de tránsito y peatones a toda hora del día.

Hacia el Norte, se destaca el sector residencial, desde Retiro hasta el barrio de Belgrano, con sus calles y casas señoriales, sus plazas y jardines, sus esculturas, el Parque 8 de Febrero, el Jardín Botánico y el magnífico entorno de la Recoleta y del AUTOMOVIL CLUB ARGENTINO. Hacia el Sur, San Nicolás, Monserrat y San Telmo, barrios con recuerdos de un pasado pleno de encanto que aún perdura en algunos edificios de la época de la Colonia, que evocan al Buenos Aires antiguo.

Tras San Telmo, el barrio de La Boca, junto al Riachuelo, con la curiosidad de sus casas y calles irregulares, con altas veredas, así como sus puentes, cerca de antiguos barcos; zona, además, típica por los restaurantes especializados en pescados y mariscos.

Un contrastante panorama se da en la avenida Costanera Rafael Obligado, que corre paralela a la ribera del Plata, popular paseo en verano -especialmente- por sus balnearios y la sucesión de restaurantes que invitan a gustar el humeante churrasco y toda clase de achuras. Hay otros barrios, como Barracas, San Cristóbal, Almagro, Caballito, Flores, Nueva Pompeya; todos resuman alguna caracterización, algún historial digno del anecdotario antológico.

Largas y hermosas avenidas, autopistas, senderos imaginariamente trazados en el aire por el vuelo de los aviones, vías férreas, rutas marítimas de todos los puertos del mundo convergen hacia Buenos Aires. La avenida General Paz, el Riachuelo y el río de la Plata, son tan sólo los límites de la estrecha comunicación de esta gran ciudad latina y de sus lazos fraternales con el resto del país y del mundo